domingo, 12 de febrero de 2012

Breve reseña de un viaje anterior: Cusco.


PERU
CUSQUITO RICO


Felizmente, llegamos a Cusco el 2 de julio a las 4 a.m. Mi cumpleaños Nº 25 fue el renacimiento de mí ser. Amanecí en esta ciudad con una energía especial, que regalo!!
Mi flia peruana
Paramos en el primer lugar que encontramos, pero al despertar nos fuimos a un hostel muy accesible llamado Las orquídeas, allí nos atendió Dante, que luego de convertiría en un personaje y mi amigo en mi estadía allí. En el hostel me sentía en familia, conocí a Zoila, Giorgio y su hijo Jorgito, el es de Brasil, ella es peruana. Aprendí mucho conviviendo con ellos.

Los días eran iluminados y las noches llevaban fiesta, caminar por la plaza de armas requiere de paciencia cuando te atacan los promotores con free pass y las chicas repitiendo constantemente: massage, miss?, a los 3 días ya no se aguanta mas. Conocimos personas geniales, personajes hermosos y otros medios locos.
Conocimos a un ser lleno de luz, llamado Augusto que me marco con una frase final de despedida: “Vivir, solo cuesta vida”. Simple y profunda.

Doña Boni
Otro loco era Blas, un dominicano que dijo: “hay que sentir el placer de vivir, porque es hermoso, puedes no tener riquezas, pero si haces lo que te gusta te hace feliz, es suficiente”

Doña Boni era alguien muy especial, muy bella, siempre en frente de una iglesia vendiendo sus cosas en su sillita de rueda, nos recibía con una sonrisa.

Solo los chicos, tan solo los chicos…
Mi bella Janet y Oli
La Plaza de Armas era siempre un lugar bello para sentarse, veía pasar a los gringos, de todo mundo, los niños vendedores ambulantes siempre se acercaban a  tratar de vendernos o simplemente hablar y después vendernos sus productos. De varios me hice amiga sobre todo de Janet, cuando la conocimos, estábamos en el limbo, comiendo pan con dulce de leche, pero después de contarnos su historia nos bajo de hondazo, una historia dura que no supimos si creer o no, de todas formas, verdad o mentira, el resultado era triste. Si era cierto, era muuuy triste y si era discurso armado, es triste que obliguen a un niño a mentir para obtener dinero desde la lastima. La primera vez, la invitamos a comer algo, aunque nos quedamos atragantados con nada… y al despedirnos, nos abrazo tan fuerte y tan sincera  me dijo: Gracias amiga. Y me beso. Caminamos hacia el hostel casi sin hablar.
Juan, Elio y yo
A veces éramos un imán para los niños, sobre todo cuando nos poníamos a tejer en la plaza, se venían todos. Un días había como 8 niños pululando encima nuestro, jaja pero bellos. Curiosos ellos, estaba Janet, Norma me agarraba el cabello y mi trenza, Rosemary revolvía las semillas queriendo ayudarme, Robert enloquecía con un encendedor que no andaba, llego Bana con “El pulguita” de 3 años que nos enamoro completamente, con su sombrerito y una sandalias con medias en unos piesitos diminutos, andaba con los dedos llenos de títeres que me los acercaba a la boca para que les diera un beso y luego venderlos con una carita de gato de shrek diciendo: “un solcito”. Nos compró con la ternura. Sin olvidar a Elio, un nene de 10 años que lustra zapatos y lo conocimos en otra plaza cuando intentamos vender artesanías., Elio termino comprándonos una pulsera, daba cosita vendérsela pero también creímos que era una satisfacción para el darse un gusto, mientras yo le hice una y se la regale, se fue feliz.
Ah, por cierto, cuando uno les dice que somos argentinos, recitan una especie de “lección”: Argentina, capital es Buenos Aires, la presidenta (la innombrable), le dicen la pingüino porque al esposo le dicen pingüina, comida típica el asado, empanadas y dulce de leche…jajaja!!


SAN PEDRO o WACHUMA.


20 de julio de 2009. Día clave en mi vida. Nos levantamos muy temprano en la mañana para salir hacia el Templo de la Luna y tomar San Pedro. Elegimos un bosque de eucaliptos para iniciar el viaje, aunque tenia unos nervios terribles decidí confiar.
Lo mezclamos con te de coca, pero aun asi es lo mas asqueroso y amargo que probé en mi vida, me recosté en la tierra y observe el movimiento de los árboles, parecía que conversaban entre ellos,  aun no teníamos ningún efecto.
Yo tosía con un asco y ganas de vomitar, pero no pasaba nada, ya casi había pasado una hora. Juan estaba en una loma o roca gigante, yo andaba por ahí tosiendo, sin efecto alguno, la tos ya eran arcadas, me estaba asustando, decidí sentarme en la gramilla, entre unos árboles, ya estaba retorcida en el suelo tosiendo, hasta que me liberé, si, si, vomité. Cuando levante la mirada, se me cambio el canal totalmente, todo en la naturaleza cobro vida, tenia dos arboles a cada lado protegiéndome, me recosté a mirar el cielo y las nubes mutaban en formas espectaculares, todo era muy rápido como un documental de Nacional Geographic en cámara rápida. Apareció Juan desde la altura, para llegar había que trepar y antes de eso pasar por una cueva llena de grietas y me pare en la entrada como si fuera un templo, todo tenía vida, todo tenia un rostro diferente, permitiéndome el paso, siempre pidiendo permiso y dando las gracias. Respeto hacia la tierra. Subí a la cima, me recosté entre una piedras, eran como una cuna, al ver las nubes era una explosión en el cielo, el cambio de matices sobre la tierra al salir y esconderse el sol, era la postal perfecta… comencé a temblar como una hoja, era una electricidad constante, todo tan intenso y sin miedo a nada. La tierra marcaba el sendero al caminar, me llevaba a donde ella quería, entre ruinas, árboles, rocas… me acosté en un bosque y esa fue una experiencia muy fuerte, ver pasar los rayos del sol entre las ramas y no tuve otra opción que regar la tierra con mis propias lagrimas, fluían como río, a modo de ofrenda, la tierra me estaba acunando, una madre superior: PACHAMAMA. Nuestra madre al fin. Una comunión con la naturaleza, mística y casi orgásmica, yo no podía dejar ese bosque yo me sentía uno mas de ellos, cuando lo abandone me sentí aislada, deseando volver, deseando pertenecer a ellos.
El olfato se agudiza, sentir la hierba y cada aroma de la tierra es algo que no se puede explicar, y así haciendo un camino, nos fuimos yendo del lugar, sin decir una palabra cada cual en su viaje, pero al abandonar las ruinas, miramos los dos hacia atrás, como despidiendonos del lugar, de todo aquello que nos estaba observando a nosotros y se que una parte mia se quedo. A medida que nos alejabamos yo no podia contener el llanto. Ese lugar me marco para siempre porque, lo que sucedió entre la tierra y yo fue mi amor incondicional hacia ella. Y asi prometi volver.
A medida que nos alejabamos, ibamos ingresando en la civilización, senti temor de los humanos, los vi como bichos raros, yo no me sentia humana sino otra parte de la naturaleza… de a poco me fui adaptando, cuando comenzamos a bajar por una calle muy empinada, donde escuchamos el ensayo de una banda, tocando el bolero “Besame mucho”, en una version jazz. Todo tenia un sabor especial ante los sentidos.
 De repente viento y tormenta, luces de ciudad y mucha gente.
Al final de la noche terminamos en el bar, donde tocaba la banda que conocimos en el camino, tomando te con canela, escuchando buena musica  y terminando un viaje de mas de 10 hs. (desde ahí, tome té con canela todos los días) 


LA NOCHE EN EL OMBLIGO

Mis compa del 7 en Halloewen
Con varios dias en el Ombligo, empece a conocer la noche… consegui laburo en un bar muy conocido de San Blas, el 7 Angelitos. Alli estaba Walter, el jefe, su novia Emi, Toño, el barman, Javi, el chef y Tammy, mi compañera de trabajo. Entre justo e, plena fiesta patria, se llenaba de gente, de todas partes, la locura de los happy hours, los mejores mojitos y las bandas que noche a noche tocaban sus temas. Inolvidable el “Phuru y la banda sin nombre”, el chato Cesar y su carisma en el escenario, y todos los demas grupos que hacian vibrar a la gente




Miguel y Jose Ignacio, de Lima, clientes fijos del  7 Angelitos



Carlos, Javi Tamy y el Colo atrás
7 angelitos

Fiestas patrias en el 7.



Al finalizar la noche, con Tammy, Javi y algun cliente que se prendia en la caravana siempre bajabamos a la Plaza de Armas a seguir tomando chelas en el Ukukus o a comer a las mamitas de la calle Saphi… hasta el amanecer.n medio de todo eso llego Olivia, mi compañera de viaje canina, motivo por el cual me terminaron echando del 7 Angelitos, todo fue un mal entendido y fui echada como una mentirosa.
Con mis amigos Lucio y Juanjo de La Mamacha

Milenko

Equipo de la barra suterranea
Estuve una semana sin laburo recorriendo, cada bar y lugar posible, en la calle me cruzaba con clientes del bar que preguntaban a cerca de mi ausencia en el 7 y se ofrecian  a pasarme datos de trabajo con mucha buena onda, haste que un dia me lo crucel al Chato Cesar quien me presento con el dueño de Roots o en ese momento LA MAMACHA, y al otro fui a laburar…eran todos hombres, pero buenas gente, Lucio, Juanjo, Holger y el loco de Milenio… acosador romantico por naturaleza, pero tooodo un caballero. 
Cuanta gente que paso por ahí, cuantos amigos! pero yo extrañana trabajar con Tammy!
Cuando la cosa no fue buena, me quede desocupada otra vez… visite el 7 Angelitos, las cosas fueron aclaradas de las dos partes, y fui para ver a mi amiga… a los poquitos dias me volvieron a llamar. Fue duro, pero no importaba, yo estaba ahí con Tammy.



LA SONRISA DE TAMMY

Mi adorada Tammy, amiga hasta el final del viaje, buena compañera en el trabajo, siempre sonriendo y expresando todo con sus ojos celestes.
Si por algo llego a mi vida esta persona tan bella, le agradezco al camino. Ella no sabe todo lo que me enseño y significo para mi… algo tan fuerte que llevo tatuada la letra de ella con una frase que me dijo en el viaje a Calca y me marco, antes de volver a Argentina, cuando fui a despedirme de ella le pedi que escribiera en hebreo esa frase: “Agua que corre tranquila, penetra profundo en la tierra”. Ya es casi parte de mi sangre.

  

1 comentario:

sariri dijo...

q bien se siente recordar! un abrazo gigante mi waiki!